Cartas del Padre Pedro (15-6-2025)

Cartas del Padre Pedro

                                                                                                                                                    P. Pedro Aguado,

Obispo de Huesca y de Jaca 

            Queridos hermanos y hermanas:

            Esta es la primera de la que puede ser una larga lista de cartas que os iré escribiendo. Sé que el obispo escribe una carta a la semana, cuyo objetivo es compartir con la comunidad diocesana algunas reflexiones que puedan ayudar en nuestro camino de fe. Trataré de hacerlo con puntualidad y disciplina, pero también con alegría y disponibilidad.

A partir de ahora, este escrito semanal se titulará “Cartas del P. Pedro”. Lo titulo así porque es de este modo como me gustaría que me llamarais. Simplemente “Padre Pedro”, que es como siempre me han llamado en todos los lugares en los que he estado viviendo y trabajando.

En esta primera carta me gustaría simplemente presentarme, para que me conozcáis un poco. Tendremos tiempo de conocernos bien, pero al menos quisiera que cuando leáis una carta mía sepáis algo del que os la escribe.

Me llamo Pedro, soy sacerdote escolapio, de la Orden fundada por San José de Calasanz, el santo aragonés nacido en Peralta de la Sal. El “currículum” está ya publicado, así que no os lo repetiré. Pero os contaré algo de mí. Tengo 67 años; cumplo 68 dentro de unos días, el próximo día 26, al día siguiente de la celebración de Santa Orosia. Tengo una hermana mayor que yo, que tiene dos hijas casadas. Tuve otro hermano, pero falleció muy joven cuando yo era seminarista. Este año cumpliré 50 años de mis primeros votos como religioso, y 45 años como sacerdote.

Mi primer año de escuela fue con las Carmelitas Vedrunas, a las que siempre he querido mucho. Después, toda mi vida escolar la hice con los Escolapios de Bilbao, donde descubrí mi vocación. Nada más terminar lo que entonces era el COU (ahora segundo de Bachillerato) me incorporé al Noviciado. Ahí comencé un apasionante proceso: vida comunitaria, oración, proceso de crecimiento personal, estudios, trabajo educativo y pastoral, formación de los jóvenes escolapios, provincial y finalmente padre general de la Orden.    Es mucho lo que he aprendido, y mucho más lo que debo seguir aprendiendo. Poco a poco.

            Soy un apasionado de la educación y de la pastoral, y un enamorado de los procesos pastorales que acompañen a las personas en su camino de fe. He dedicado muchos años al acompañamiento de los jóvenes, y de modo especial de los jóvenes religiosos.

             Nunca he sido párroco, y nunca he trabajado directamente desde una dinámica específicamente diocesana, aunque todo trabajo educativo y pastoral contribuye a la diócesis y a la Iglesia particular. Por eso, tengo muy claro que debo aprender, y trataré de hacerlo con mi mejor disponibilidad. Cuento con vuestra paciencia y oración.

Recibí con una sorpresa mayúscula la decisión de nuestro querido Papa Francisco de nombrarme obispo de Huesca y de Jaca. Lo pensé, lo recé, y decidí obedecer. No fue fácil para mí, porque supone un cambio muy fuerte en mi vida, pero una vez asumido, trataré de hacerlo lo mejor posible. Sé de Quién me he fiado, y sé que tiene poder para ayudarme a llevar hasta el final el encargo que me da (II Tim 1, 12).

Gracias por vuestra ayuda y ánimo en el camino. Dios os bendiga.