DOMINGO I DE ADVIENTO

PRIMERA LECTURA

El Señor congrega a todas las naciones en la paz eterna del Reino de Dios

Lectura del libro de Isaías 2, 15

Visión de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén.
En los días futuros estará firme el monte de la casa del Señor, en la cumbre de las
montañas, más elevado que las colinas. Hacia él confluirán todas las naciones, caminarán
pueblos numerosos y dirán:
«Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob. Él nos instruirá en sus
caminos y marcharemos por sus sendas; porque de Sión saldrá la ley, la palabra del Señor
de Jerusalén».
Juzgará entre las naciones, será árbitro de pueblos numerosos. De las espadas forjarán
arados, de las lanzas, podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se
adiestrarán para la guerra.
Casa de Jacob, venid; caminemos a la luz del Señor.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 121, 12. 45. 67. 89 (R.: Cf.1)

R. Vamos alegres a la casa del Señor.
¡Qué alegría cuando me dijeron: «Vamos a la casa del Señor»! Ya están pisando nuestros
pies tus umbrales, Jerusalén. R
Allá suben las tribus, las tribus del Señor, según la costumbre de Israel, a celebrar el
nombre del Señor; en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David. R
Desead la paz a Jerusalén: «Vivan seguros los que te aman, haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios». R
Por mis hermanos y compañeros, voy a decir: «La paz contigo». Por la casa del Señor,
nuestro Dios, te deseo todo bien. R

SEGUNDA LECTURA

La salvación está más cerca de nosotros

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 13, 1114a

Hermanos:
Comportaos así, reconociendo el momento en que vivís, pues ya es hora de despertaros del
sueño, porque ahora la salvación está más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe.
La noche está avanzada, el día está cerca: dejemos, pues, las obras de las tinieblas y
pongámonos las armas de la luz.
Andemos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas y borracheras, nada de
lujuria y desenfreno, nada de riñas y envidias. Revestíos más bien del Señor Jesucristo.
Palabra de Dios.

Aleluya Sal 84, 8
Aleluya, aleluya, aleluya
Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación.

EVANGELIO

Estad en vela para estar preparados

Lectura del santo Evangelio según San Mateo 24, 3744

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé.
En los días antes del diluvio, la gente comía y bebía, se casaban los hombres y las mujeres
tomaban esposo, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban
llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre:
dos hombres estarán en el campo, a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres
estarán moliendo, a una se la llevarán y a otra la dejarán.
Por tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.
Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría
en vela y no dejaría que abrieran un boquete en su casa.
Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el
Hijo del hombre.
Palabra del Señor.