CORPUS CHRISTI. DÍA DE LA CARIDAD

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DÍA DE LA CARIDAD – CORPUS CHRISTI 2014

       Y por encima de todo el Amor: “Tanto amó Dios al mundo que nos entregó a su Hijo”. El Papa Benedicto XVI en su encíclica “Deus Caritas est” nos repite hasta la saciedad que Dios es amor, que los cristianos tenemos que ser testigos del amor. Desde siempre la comunidad cristiana ha tomado conciencia de estar constituida al servicio de la caridad, de ser signo de unidad, de reconciliación, de perdón, de compromiso, de compartir lo que somos y tenemos. “Mirad como se aman”, decían de los primeros cristianos.

 

       Nuestro mundo, nuestra sociedad occidental sigue otros derroteros: el poder, las finanzas, el enriquecimiento personal, la cuenta de resultados, etc… Es verdad que hay luces: más entrega, más generosidad, más preocupación por los débiles, más sentido de libertad, de justicia y de paz…, pero sigue habiendo paro, violencia, guerras, opresión, injusticia, intolerancia, fanatismo religioso, racismo, pérdida de valores humanos y espirituales, conformismo, irresponsabilidad, egocentrismo, búsqueda del placer, etc.

        La mayor de las catástrofes sigue siendo la situación de hambre y miseria, dentro y fuera de nuestras fronteras.

        En estos tiempos y con motivo del Día de la Caridad, Cáritas nos ofrece un nuevo lema: “Construyendo espacios de esperanza”.

        Las acciones de Cáritas han de contribuir a dar respuesta a las realidades de pobreza y exclusión social, a favorecer el desarrollo de la dignidad de las personas en todos los órdenes. Hemos de descubrir nuevos horizontes, ser motores del cambio, no esperar a que otros hagan, reinventar, recrear, recuperar, hacer posibles nuevos espacios de vida común, de benevolencia, de justicia, de solidaridad, de lucha por lograr la fraternidad universal. Nuestra esperanza nos ha de llevar al convencimiento de que otro mundo es posible, de que podemos cambiar el rumbo de nuestras vidas construyendo un nuevo modelo de convivencia y de relaciones con los demás desde la dignidad y la igualdad.

       Abramos la puerta a la esperanza, no excluyamos a nadie en nuestro corazón. Hoy, como ayer, el Señor nos dice “dadles vosotros de comer” y esto exige que cambie yo para que pueda cambiar el mundo, que rompa las barreras del consumismo, del afán de tener, de mi egoísmo e individualismo, que abramos nuestro corazón a la fraternidad, a buscar a Dios en los hermanos, a trabajar para que a nadie le falte el alimento, la acogida, la alegría de la fe, a ser testigos de la alegría del evangelio como nos dice el Papa Francisco.

      Se ha dicho que de los tres últimos Papas San Juan Pablo II fue el Papa de la esperanza, Benedicto XVI el de la fe y Francisco el de la caridad, lo cierto es que los tres han impulsado con fuerza las virtudes de fe, esperanza y caridad.

      No olvidemos que no somos dueños, sino administradores, que el Señor nos pedirá cuenta de nuestros talentos, de los tuyos y de los míos; que no nos valdrá decir: “Dios te ampare hermano” y dejarlo con sus problemas. Que la caridad no sólo es hablar de los pobres o rezar por ellos, ni sólo ayudarlos, es más que todo esto. Es asumir su causa, su situación de injusticia, su falta de esperanza, su marginación social, es optar por los pobres llegando incluso a vivir como pobres.

      Hoy las situaciones de pobreza llegan desde la solicitud de ayudas para el pago de hipotecas, para el alquiler de viviendas, para recibos de luz y gas, para alimentos, a necesidades de apoyo psicológico por depresiones, deterioro de relaciones familiares, ansiedad, sensación de fracaso, pérdida de autoestima, tristeza, personas endeudadas, empobrecidas y excluidas, mujeres solas y con cargas familiares, personas solas, en paro, sin hogar. El prójimo no es sólo un ser humano con sus derechos y su dignidad: es imagen de Dios.

     Como todos los años desde la Junta Diocesana queremos rendir cuentas del año 2013 y para ello damos gracias fundamentalmente a Dios que nos hace llegar a dónde con nuestras fuerzas no llegaríamos nunca. Gracias a las Cáritas Parroquiales que tanto se esfuerzan, a la Conferencia Episcopal, al Banco de Alimentos, al Ayuntamiento de Jaca, al colegio de Escuelas Pías, a los valles de Ansó y del alto Aragón desde Castiello a Canfranc, a distintas asociaciones de Jaca (Real Cofradía de Santa Orosia, Hermandad de San Blas, Grupo Uruel de Jota, Picachos Pirenaicos, Consumer, Apartahotel Jacetania, a Merkal calzados, Apostolado de la Oración, Adoración Nocturna Femenina, a la  asociación Acurba de Bailo, a la Cofradía de San Bartolome de Santa Cilia y a muchos donantes anónimos.

     Con la ayuda de todos hemos repartido 15.312,60 kilos de alimentos.

      Durante el año 2013 hemos gastado 164.413,43 euros que hemos invertido en Cooperación Internacional (30.000 €) Centro de Solidaridad Interdiocesano (7.000 €) Fundación Thomas de Sabba (11.043,75 €) Cáritas Parroquiales (12.253,84 €), Fondo Interdiocesano (3.000 €), Proyectos Diocesanos de acogida, asistencia, administración, documentación, albergue de transeúntes, sensibilización, etc..(101.105,84 €).

     Que el Día de la Caridad nos ayude a comprometernos más, a amar, a ser portadores de esperanza y garantes de la alegría, a ser héroes de la caridad.

     Un fuerte abrazo en Cristo Eucaristía.

LA JUNTA DIOCESANA DE CÁRITAS.

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