La Declaración de la renta (14-4-2024)

CAMPAÑA DE LA DECLARACIÓN DE LA RENTA

Marque la X en la casilla de la Iglesia Católica

+ Vicente Jiménez Zamora
Administrador Apostólico de Huesca y de Jaca


      Nos encontramos de nuevo ante la Campaña de la Declaración del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Los creyentes y las personas de buena voluntad, que creen en la gran labor que realiza la Iglesia Católica, tienen la oportunidad de decidir libremente que un porcentaje mínimo de sus impuestos (0,7 %) se destine a la Iglesia Católica. Esto no supone pagar más impuestos ni una disminución en la devolución, si la declaración resulta negativa.
      El sistema de asignación tributaria está justificado y resulta correcto en un Estado aconfesional, como el nuestro, ya que respeta la libertad religiosa de todos y, por otra parte, reconoce que la vida religiosa y moral de los ciudadanos creyentes, así como las actividades apostólicas y asistenciales de la Iglesia contribuyen al bien espiritual, social y material de los ciudadanos, a la paz y a la prosperidad de la sociedad y, en general, al bien común.
       La Iglesia Católica para realizar su misión necesita hoy más que nunca la colaboración activa y responsable de todos sus miembros. Nadie debe extrañarse de que aún ateniéndose a criterios de austeridad, necesite disponer de recursos económicos para poder atender debidamente al culto divino, a las tareas de evangelización, al cumplimiento de numerosas obras de educación y a la promoción humana y social que tiene a su cargo. En estos tiempos de crisis económica, la Iglesia está ayudando a muchas personas en paro y que padecen otras necesidades, a través de Cáritas Diocesana, en las parroquias y comunidades religiosas, que en ocasiones se ven desbordadas.
       A esta enumeración de tareas y servicios de la Iglesia, conviene añadir la obra importante que realiza en la conservación y promoción del patrimonio de iglesias, capillas y ermitas; la Iglesia es propietaria de un valioso patrimonio, que no es enajenable, y que le cuesta mucho mantenerlo, incluso contando con ayudas de instituciones públicas y privadas, que agradecemos. Todos somos beneficiarios del patrimonio de la Iglesia.
       Con esta carta pastoral hago un llamamiento a todos los católicos de las Diócesis de Huesca y de Jaca, pero también a aquellas personas que aprecian y valoran la acción religiosa, espiritual, cultural, caritativa y social de la Iglesia, para que colaboren al sostenimiento de la Iglesia, poniendo la “X” en la casilla de la Iglesia Católica. Recordadlo a vuestro gestor, o a quien rellene el impreso. Espero que vaya en aumento el número de contribuyentes que marquen la “X” en favor de la Iglesia Católica y confío en la responsabilidad y generosidad de todos. Muchas gracias.